Laminitis - ejemplo de la practia

En este montaje podemos ver la evolución de los cascos de Tuca, una yegua española de 23 años de edad.


Tuca sufría desde hacía dos años de una infosura/laminitis. La causa de esto era una alimentación excesiva compuesta por hierba fresca. Después de informarse, el propietario cambió la dieta y para curar el casco se acudió a un herrador.


Éste se centró en efectuar una resección de la pared dorsal y cubrirla colocándole las herraduras al revés. Esto empeoró la situación ya que provocó que las laminas del aparato suspensor del casco se secarán y rompieran. Además, como se recortó la parte de las lumbres, todo el peso del caballo se repartió en las zonas de los talones, en los hombros y cuartas partes, lo que conllevó a que estas zonas sufrieran un gran carga, lo que acabó por dañarlas aún más.

A pesar de una terapia prolongada, la yegua siguió con una cojera muy pronunciada, lo que la hacía permanecer largos periodos yaciendo en el suelo.


Después de esperar largo tiempo sin ver mejora alguna, el propietario de la yegua decidió sacarle las herraduras con la esperanza de que la yegua pudiera sanar por si misma de forma natural. Pero la yegua siguió cojeando y con frecuentes abcesos en los cascos.


Entones se puso en contacto conmigo. Analizando la morfología del casco pude ver que el problema residía, por un parte, en la deformación típica de la lumbre provocado por la infosura. Esto es, que las lumbres no crecían hacía abajo junto al tejuelo, sino que crecían hacia adelante sin tocar el suelo. Por otra parte las paredes lateral y medial hacían palanca. Todas estas deformaciones provocaban un dolor que podríamos compararlo, a nivel humano, como el que se produciría al arrancarle a una persona, una uña con unas tenazas, una tortura horrible. Después de dos recortes buscando corregir estos defectos siguiendo los métodos de podología equina ortopedica , la yegua volvió a andar sin cojeras e incluso empezó a trotar de vez en cuando en su prado.


Después de cinco recortes más, realizados cada uno a intervalos de cuatro - cinco semanas, ya es evidente la mejora en la morfología y en la calidad del estuche córneo, así como la recolocación de las estructuras internas dentro de éste. Igualmente, aún anda de manera cuidadosa en suelos pedregosos, por lo que el proceso de curación aún no ha terminado.

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